LA CALLE DE LOS POETAS

LA CALLE DE LOS POETAS


Productora: CREACINE
Guión: Diego Torres Peñaloza
Producción: Coca Guerrero
Fotografía: Diego Torres Peñaloza
Fotografía: Diego Torres Peñaloza
Música: Oscar García, Alvaro Montenegro, grupos de Rock boliviano
Sonido: Ricardo Alfaro, Donato Espinoza, Bernarda Villagómez
Iluminación: Bernardo Monasterios
Intérpretes: David Mondaca, Adalía Auza, Marco Mendizabal, Raúl Beltrán, Gerardo Zalles, Sandra Peña, Roger Velarde, Pepetus Aramayo


Un solitario encuentra grafittis en La Calle de Los Poetas, lo cual le lleva a recordar lugares y personas de su vida

Deo, un pintor de los años 70 que conoció a una mujer misteriosa, La Parca, cuyo recuerdo y presencia le persiguen.

Paradiso, viejo amigo de Deo, tiene una sala de cine llamada “Cine del Ensueño”. Allí se reúnen frecuentemente para intercambiar ideas y compartir proyectos de arte.

Erida pertenece a la pandilla de Grito Cortante, dulce Flagelo y Celso, con quienes hace graffitti, arte espontáneo de crítica al sistema y su doble moral, el cuarto que habitan se llama 'Más Allá', donde cada uno se entrega a lo que cree es correcto para sí mismo y por tanto su mundo no va más allá.

La pandilla tiene dos enemigos de muerte, el Navajas y el Tombo, que odian la forma de vida de los pandilleros, los acosan, los atacan y desencadenan un final trágico. Representan la violencia de la sociedad frente a las nuevas ideas de la juventud.
Una película que invita al bostezo y no solo por la mala técnica y sonido, sino por su carente sentido de innovación. Trata de seguir un estilo Sáenz o Viscarra sin tocar siquiera superficialmente la originalidad de ellas. Un despilfarro en la actuación de Mondaca que parece estar más a gusto en el teatro que en el cine. No por ser película nacional debe llevarse elogios ni marcar un hito o recibir aplausos inmerecidos. Pasó casi inadvertida en las salas de cine y al verla, uno se explica el porqué.