martes, 19 de agosto de 2008

Podría decirte (para Ana... podría, verdad?)

Podría mentir y decirte que tu partida no dolió y que mi vida como siempre continuó, tras unos días nada cambió y no hubo lecciones de vida que aprender. Podría confesarte que de mañana mi mente ha sido destinada a no pensar más en el pasado y que de tanto en tanto suele volar donde el viento soplaba tus cabellos cada atardecer.

Podría mentir y decirte que cuando me pediste tiempo, mi mundo no se derrumbó y al saber que no querías verme, dando vuelta, mi vida siguió. Podría confesarte que me seguí engañando y que al no haber más que hacer me dediqué solo a mí, sin estar contigo, solo en mí pensé.

Podría mentir y decirte que al saber que te ibas, no lloré y pensé mucho menos en ti. Podría confesarte que en el fondo imaginé que nunca realmente fuiste para mí, el tiempo borró mis versos y de pronto no estabas más ni en mis canciones ni en mis imposibles.

Podría mentir y decirte que desde entonces no pienso más en ti y que, aquellas, tus viejas cartas se van pudriendo en el viejo rincón de aquella habitación que hace tiempo dejé atrás. Podría confesarte que mi corazón no aguantaba tanto sufrimiento pero que hoy sabe que fue lo mejor, es verdad.

Podría mentir y decirte que versos tristes ya no encontrarás en mí, y que aquellos suspiros que dejaste, poco a poco se han ido disipando, olvidándome en el tiempo y que de todo el universo apenas dos o tres estrellas guardan algo de ti. Podría confesarte que en su tiempo los dos hicimos todo por vencer y perdimos igual, que de noche aun siento frío en esta realidad.

Podría mentir y decirte que bajo esta foto no quedan más líneas de amor ni versos de seducción y que al ver mis ojos ya no encontrarás pasión. Podría confesarte que en noche de luna llena ya casi no existes más y que si a veces pienso en ti es pura casualidad.

Podría escribir eso y mucho más pero en este arte de pensar solo en ti, me niego a rendirme y a vivir sin tu amor, tú consigues con una palabra que mis tempestades y locuras vuelen por los aires y mis paisajes se llenen de color. Confesarte que aun te amo y que ahora vives en mí, que creo en totales y no parciales, en secretos e ilusiones, todo, por ti.

martes, 12 de agosto de 2008

Nachito y la ciudad...

Entre tanta oscuridad, siempre hay una luz que ilumina todo...

Alguien más a cargo (Cé Mendizábal)

Alguien más a cargo es quevediana, lo que equivaldría a decir: coqueta y descarnada. Su protagonista, que pese a sus dolorosas peripecias no logra provocar lástima, es la clásica víctima de una picaresca armada alrededor suyo, como un inmenso laberinto, por un autor que, reflexionando un poco, puede parecer un dios perverso.

Nadie más absurdo que un hombre celoso y desesperado. Con un poema supuestamente escrito por Borges metido en la cabeza, una persecución accidentada tras de una banda de aborteros y el patente miedo a ser abandonado por su esposa, “nuestro hombre” recorre las calles y alguna otra ciudad en pos de un enemigo imaginario. La tensión más que fomentar la necesidad de llegar a la verdad, provocará en todos el hambre por más y mejor, si cabe la expresión, ridículo, por la gracia áspera.

lunes, 11 de agosto de 2008

La Gula del Picaflor (Juan Claudio Lechín W.)

Un secreto congreso de seductores sesiona en la ciudad de La Paz, donde siete maestros del estropicio y la exaltación narran sus historias, mayormente desalmadas y excepcionalmente tiernas, exhibiendo gustos, propensiones y técnicas diferentes.
El congreso denominado "la gula del picaflor" es presidido por don Juan, un viejo líder sindical revolucionario, a quien la memoria le falla y el cuerpo casi no le responde. Pero por encima de sus impedimentos físicos y de la edad que nada perdona, la heroica chispa de la pasión pervive en el. A cambio de conquistar lo único que puede ya conquistar y que resulta la explicación de toda su existencia: un beso, organiza este singular evento, incluso poniendo en riesgo la poca vida que le queda.
Como cortina musical, seis "observadores internacionales" matizan cada intervención con acuciosas opiniones.
Juan Claudio Lechín indaga la complejidad y particularidad del ser humano, sus instintos y, también, sus sentimientos.

De paseo por la plaza

Caminando por ahí, recorriendo la ciudad, con su cuento a cuestas y esa carita de ángel...

Cartas de un asesino insignificante (José Carlos Somoza)

Durante su solitaria estancia en un pueblo costero, una traductora, Carmen del Mar Povesa, recibe misteriosas cartas de un desconocido que le declara su intención de matarla.

Las cartas son abandonadas en el muro que rodea la casa y el desconocido exige una respuesta.

Comienza así un extraño intercambio epistolar, un juego de acertijos y falsas soluciones, de identidades y espejos, en el que inexorablemente se entrelazan las oscuras leyendas del pueblo, sus antiquísimas fiestas populares y algunos de sus enigmáticos habitantes.

La novela aborda brillantemente la idea de la muerte, presentando su escritura como metáfora y espejo del destino humano.


La ciudad de las bestias (Isabel Allende)

Un nuevo realismo mágico, aventura y naturaleza. Nadia y Alexander Cold se internan en la inexplorable selva amazónica, llevándonos de la mano en un viaje sin pausa por un territorio misterioso donde se borran los límites entre la realidad y el sueño, donde hombres y dioses se confunden, donde los espíritus andan de la mano con los vivos.
Alexander Cold (15 años de edad) parte al Amazonas con su abuela Kate, periodista especializada en viajes. La expedición se interna en la selva en busca de una extraña bestia gigantesca. Junto con su compañera de viaje, nadia Santos, y un centenario chamán indígena, Alex conocerá un mundo sorprendente, viviendo una gran aventura.

sábado, 9 de agosto de 2008

DON VENANCIO

Buen día don Venancio, veo como amaneció después de la fiestita que se dio ayer, no se preocupe que no le vengo a reprochar el no haberme invitado y es que a veces pareciera que de compadres solo queda un tibio recuerdo.

Me sorprendió sobremanera haberme enterado que la única invitada fue doña Bertha, la dueña de la pocilga que usted llama hogar. Quién diría que a su edad la mezquindad de unos cuantos tragos me hubiera eliminado de tan exclusivo jolgorio porque las malas lenguas hablan más de lo que deberían y usted a tan avanzada edad ha quedado muy bien parado. Déjeme informarle que todo el barrio ya se ha enterado de sus travesuras y que algunos vinieron a verlo personalmente, no se si ha reprocharle, felicitarle o simplemente ver como está, lo que si sé es que la noticia del día es usted.

No me mire así que yo también tuve mi fiestita aparte y a esta hora del día apenas puedo sostenerme en pie, por lo que escucharlo en este momento no podría, ni siquiera uno de sus fétidos alientos, pero su mirada lo dice todo.

Debí suponer que en su cumpleaños haría algo, pero a su edad un juego de naipes o un dominó era todo lo que creí. No cualquiera llega a su edad, imagínese, hoy cumple setenta y nueve años pero al verlo así pareciera que cumple noventa y siete, no sé si será la vida que llevó o la fiestita de anoche que me lo dejó tan maltratado que da esa impresión.

Imagínese mi sorpresa esta mañana al enterarme de su reunión, ¿así nos llevamos ya don Venancio?, ¿ya no se acuerda de los amigos?, le confieso que al principio me sentí traicionado porque es la primera vez en años que le mete al chupe sin éste su compadre fiel, pero luego me dije… ¡qué carajo, yo también le metí al alcohol sin su presencia!.

Pero para que vamos a enojarnos, si el motivo de mi presencia es una visita más. Así como me ve, le traje este ramito de flores lo cual demuestra que a pesar de todo, lo estimo mucho, ah y esta botellita de alcohol que dada la ocasión para algo ha de servir o a su nombre puedo secar, si usted me da permiso.

No se preocupe de aquí en más, de futuras invitaciones o juerguitas por ahí, por doña Bertha usted quédese tranquilito que yo sabré consolarla como se merece. Ahora me voy porque han venido a verlo más amigos suyos y mi presencia parece que en algo molesta. Hasta pronto don Venancio, ya nos estaremos encontrando más allá o más acá, eso si, fíjese para donde apunta porque yo, segurito que para abajo iré y ahora me voy, el frío de esta morgue ha empezado a calar mis huesos y para estos trotes ya no estoy, un abrazo, cuídese y hasta la próxima.
Siempre juntos, siempre alegres, así somos...

viernes, 8 de agosto de 2008

Lo Olvidé (Para Cinthya, la luz en mi penumbra)


Sé que debí tomar tu mano
Cuando solíamos caminar
Sé que debí estar a tu lado
Para algo más que disfrutar

Lo olvidé, lo olvidé lo olvidé,
Lo olvidé, lo olvidé lo olvidé

Sé que debí dejar de lado
Que la razón debía ganar
Sé que debí no hacerme caso
Sé que debí volver a amar

De nada sirve decir te amo
De nada sirve ahora llorar
Como quisiera estar soñando
Y con tus besos despertar

Una oportunidad perdida
En el amor no vuelve más
Son las lecciones de la vida
Que nunca más te servirán

Y ahora la vida se rompe
Mi alma está sola
Escucho tu nombre
Mis ojos te lloran, te lloran amor

Sé que debí haber amado
Pero es muy tarde, lo olvidé
Quiero estar entre tus brazos
Y que tus besos me despierten
Perdóname como ayer, como ayer
(PEDRO SUÁREZ VERTIZ)

jueves, 7 de agosto de 2008

MI NENE


La razón del 99,99% de todo lo que hago, la fuente de inspiración y todo lo importante de este simple mortal.

MI SOLEDAD

Recuerdo como el silencio empieza a comprender que olvidar es colocarte en la frontera de esta villa, que llamo miseria.

Podría olvidarme de mayo, de las travesuras pintadas en las notas del piano, de las fotos que soñamos que un día volarán. Invento un himno que me muestra tu sonrisa cantando pensamientos distintos, diferentes, más profundos que el mismo mundo.

Existe un loco revisando tus ideas, preguntando tus amores y sueños, hace tanto que no me invitas a respirar.

Es tiempo que hablemos de noticias, de la crisis entre madre e hijo, de la multiplicación de lágrimas en el mundo, de almas secuestradas por el olvido, de amores que vagan perdidos entre tanto, tanto odio, de mis muertes repetidas y tan evidentes últimamente, hablemos de noticias, vas entrando de a poco en el olvido. Un día descubrí que bajo aquel puente de mi memoria duerme tu recuerdo y de tanto en tanto le vienen pesadillas que ya parecen realidad.

Inventé un futuro donde ya no estás, qué futuro me digo hoy, si desde ayer ya no pienso en ti.

martes, 5 de agosto de 2008

Nueva aventura

Después de haber publicado algunas cosas en my spaces y en facebook, hoy abro un nuevo espacio donde se publicarán cuentos, poemas y algunas historias personales y algunos datos curiosos sobre literatura... bienvenidos...