lunes, 6 de junio de 2011

MI HUMANA CONDICIÓN...





MI HUMANA CONDICIÓN…


Gracias por estar a mi lado, cuando más lo necesitaba, apareciste y estás aquí, no importan nuestros mundos individuales o nuestro mundo común, estás aquí, estamos, es lo que importa.

Las cosas nacen de la forma menos pensada y el momento menos esperado. Te dediqué una canción y vos me dedicaste otra, al final del día descubrimos que en el fondo es lo mismo, lo que pensamos, lo que buscamos, lo que sentimos. Quienes me conocen dicen demasiada cursilería, prefiero evitar términos que identifiquen mi actual estado de ánimo, qué sé yo, he decidido llamarlo cursilería, punto.

Cuando dices que me extrañas y me quieres, respondo que también te quiero, grave error, ese “también” le quita fuerza al “te quiero”. No lo había pensado, así que ando buscando una nueva forma de comunicar este sentimiento. Es como entrar a una habitación vacía, sentarse en el medio y esperar, esperar que entres, día y noche, aún sin conocerte, esperar que el cerrojo abra la puerta y verte ahí. Llegaste, entraste y te acomodaste a mi lado sin importar lo que pueda pasar. Olvidémonos del pasado, de lo que creí y pensabas, ahora estamos acá, sentados, viendo pasar la vida delante nuestros ojos, cada amanecer, cada anochecer, qué importa el resto.

Como este confesionario es mío y sólo mío, me tomo la libertad de decir que atrás hay cosas que me avergüenzan, me provocan escalofríos, espacios tan amplios que hoy al darme vuelta me pregunto, ¿cómo no caí si la altura era tan grande y el vacío infinito?, quizás porque estabas del otro extremo esperándome, no te conocía pero sabía que estarías allá. Dicen que al final del túnel hay una luz, tú eres esa luz y sin darme cuenta, me acompañaste desde el inicio.

Anoche te leí mi último cuento y preguntaste si todos son así, tengo que decir que si, todos terminan así. Soy diferente, dices, no lo sé, la pinta, la forma de pensar, diste muchos ejemplos. Tú eres mía, ése es mi ejemplo.

Te extraño cuando no estás (y también cuando estás).

Eso puedo escribir, eso me permite mi humana condición.