miércoles, 18 de marzo de 2009

SEÑOR MINISTRO (DOS PUNTOS)

Señor Ministro del Área:

Mediante la presente y ante la consiguiente moda en la emisión de decretos a gusto del cliente, solicito a Ud. considere una norma mediante la cual se prohíba que los hijos sufran o padezcan dolor por cualquier motivo y seamos lo padres los directos receptores de toda tragedia, enfermedad, mal, o siquiera decepción, como quiera entenderse.

Dicha solicitud la realizo en función al dolor que provoca en todos aquellos que somos padres, el ver a un hijo enfermo, en problemas o en aspectos mucho más duros y de los cuales nosotros no tenemos el más mínimo control y que si bien quisiéramos evitarlo a lo largo de nuestras vidas, hemos fallado en los intentos que hemos realizado hasta el momento.

En caso de no ser posible llevar a cabo esta solicitud, espero considere, por lo menos, emitir una norma a través de la cual todas aquellas penas y sufrimientos, nos sean entregados a los padres y no a nuestros retoños quienes no son culpables de nada en este mundo., comprometiéndome (y creo hablar a nombre de todos los padres del mundo) a recibir en silencio lo que venga.

Espero interponga sus buenos oficios para este fin y puesta en vigencia a la brevedad lo solicitado.

Atte.,

Un padre (de los muchos que hay, pero de los que siente amor infinito por su hijo)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuantos no quisieramos expresarnos de esta forma y no solo de los padres a hijos sino tambien al a inversa para decir lo importantes que ellos son en nuestras vidas......muy bonito hermanito....te salio bien
Ingrid Arce