miércoles, 22 de septiembre de 2010

TRECE COSAS QUE PUEDO CONTAR DE TÍ

UNO

Cuando te conocí, fue atracción a primera vista, ahí estabas, con el vestido negro, corto, flaca, el cabello lacio negro, riendo, hablamos un rato sentados mientras tomábamos una cerveza, no quisiste que me vaya, no me fui.

DOS

La primera vez que fuimos en auto y estabas ebria fue jodido, agarraste el volante y casi chocamos, al día siguiente no recordaste nada, ni el auto, ni el zapato perdido, ni mi departamento, ni el golpe en la cabeza con la puerta, nada.

TRES

Cuando dices que estás aburrida, realmente lo estás. Basta que te acerques mientras veo tele y me abrazas, olvido qué estaba viendo. Cuando digo que estoy aburrido sin estarlo realmente y me acerco mientras ves tele, me dices que en la pausa hablamos.

CUATRO

Aprendiste a nadar sola, sin maestros, sin salvavidas, sin sol, de noche, a veces te sobra coraje, a veces te sobra demasiado.

CINCO

Mueves la ceja y el labio como Elvis, ¿cómo lo haces?, claro a tu ceja le falta un pedazo que no volverá a crecer, los siete puntos después del golpe con la puerta te pasaron factura.

SEIS

Odio los zapatos negros que a veces usas, parece que fueras gladiador romano.

SIETE

Te gusta bailar, a mi no. Me gusta la música, a ti no. Te gusta compartir con las amigas, a mi no. Me gusta el cine, vas porque no te queda otra.

OCHO

Quedas dormida antes de apoyar la cabeza en la almohada, fácil, lo difícil es levantarte por la mañana, cuesta, enojos, miradas asesinas. A veces duermes hasta el medio día. ¿Yo?, estoy despierto de madrugada, a las seis.

NUEVE

Odias cantar, ¿porqué te gustan los karaokes?

DIEZ

Tienes el único perro que conozco con ese nombre: Bam Bam

ONCE

Odias que te vea desnuda, duermes desnuda. Me gusta verte dormir

DOCE

Cuando bailas, te miran todos, suave, despacio, coqueteando al aire

TRECE

Odias cuando hablamos en serio.

martes, 14 de septiembre de 2010

BIEN CACHÉ

Como dice el lustrabotas que me limpia los zapatos cada fin de semana “bien caché es siempre”. Bien caché es siempre, eso de rascarle la oreja a mi perro cuando estamos sentados en la acera viendo pasar los autos, si uno pasa lentito, él se pone en acción y empieza a perseguirlo ladrando sin parar, lo jodido es cuando lo alcanza, no sabe que hacer. Así somos, buscamos algo y cuando lo alcanzamos, a la mierda todo, no sabemos que hacer. Dos detallitos, 1. No pidas algo en demasía, cuidado lo consigas y no sepas qué hacer, y 2. No preguntes algo de lo que quizás no quieras saber la respuesta.

Después de misa tomo un api, de esos calientes, un peso con cincuenta centavos, una empanada y camino hasta la plaza, pateo las tapitas de soda que encuentro, aunque una vez fue un clavo y me remangué la uña, bien “caché” la antitetánica que me pusieron luego, sigue la costumbre.
Ya nadie respeta el semáforo un domingo, los autos pasan igual nomás en rojo, amarillo o verde, por eso es que a la hija de doña Lucha le dicen semáforo de fin de semana, nadie la respeta a la pobre, buenas doñita, cinco pesos de pan y dos de azúcar. Dicen que las palomas traen enfermedades, cuando las pisas con el auto revientan como cáscara de huevo (cuentan, no me consta). Vi un gato tirado en plena calle la otra noche, por mi depa, el día siguiente no estaba, eficientes los muchachos de limpieza de la zona, ¿o el gato se hacía al oso y estaba nomás desmayado o descansando?.

Dicen que Mambrú se fue a la guerra, no sé cuando vendrá, que Pimpón es un muñeco muy guapo de cartón, lo dice mi nene, debe ser cierto, él sabe más que yo de esas cosas. Dice (el nene) que el estómago le pide pipocas, el mío pide comida, ¿a quién le pido dinero para comprar todo eso?.

El verdadero hincha no se siente feliz cuando gana su equipo, sino cuando el archirival pierde. Hay partidos en que siento debe ganar el árbitro y por goleada. Eso de comer hamburguesas asesinas (en las calles) está peligroso, ayer sentí que tenía un sabor extraño, al mismo tiempo desapareció el perro que paseaba por la cuadra, ¿coincidencia?. “Compro botellas de vino”, llevé cinco, me pagaron un peso, gasté en el micro tres pesos, algo salió mal en la transacción.

Eso de nadar se está poniendo peligroso, ayer entré a la piscina con la vecinita que está buena, a medio trecho me di cuenta que no sé nadar. Me contaron que la chicha lleva saliva para su fermentación y excremento de recién nacido pa darle sabor, ¿leyendas de mi tierra?, por las dudas, desde que me enteré he dejado de beber (chicha), ahora tomo vodka (barato joven, más barato que alcohol medicinal).

Anoche me extrañé un rato, llamé a mi número de celu pero daba ocupado.

martes, 7 de septiembre de 2010

BIEN LE CASCAREMOS...

Escucho en el minibús la canción del Chazarreta “Bien le cascaremos”, me acuerdo la frase del Llobet “Así nomás había sido”, o la canción que tocaba en el radio de la doñita con su puestito de frutas en el mercado “patada, puñete te voy a dar”, así nomás va mi vida entre idas y venidas, mientras escribo esto, un mosquito cae en picada sobre el teclado, parece que es un infarto, procedo a los primeros auxilios, levemente con el dedo índice le doy masaje en el pecho, una gota de agua en la cabecita, no se mueve, lo aplasto con el pulgar y lo boto en el cesto de basura.

Mientras iba en el taxi para ver a la novia en la plaza, el taxista comenta que este país respira política, le digo, no confunda compadre, yo respiro inocencia. Un vendedor de dulce se acerca a la ventanilla, maní jefe, en bolsita, totalmente higiénico, le digo si tiene dulce de menta, de menta sólo estos chicles, ¿sin azúcar?, bien dulces son jefe, fallas de comunicación mientras hago globitos mirando el atardecer. Un hippie hace malabarismos con unas bolas de vidrio, si se cae una, se jode el numerito, quiero que se caiga una. Eso de pensar es jodido, a veces es mejor tener la mente en blanco y andar por ahí sin amargarse el ánimo. Mis debilidades son más fuertes que yo (como dice Felipe), un helado de crema y que se joda la dieta.

Llego al Internet y la veo sentada escribiéndome al msn, gordo, respondeme, carajo, dejé encendida la máquina en el departamento, en su pantalla la foto de su amigo del barrio y pa disimular dice que anda buscando algunos temas de la universidad, mierda, si la llevo al departamento debe estar la ventana parpadeando de Carola. Qué calor, las mentitas no refrescan tanto, un enano aparece en la tele diciendo que no quiere ser grande, es feliz como es, quiero ser como él, feliz. Un café con leche, quema la lengua que ya parece lija de las buenas, veo unas piernas gruesas al descubierto, ¿Qué ves?, pregunta ella, nada, ¿cómo nada, si la comiste con los ojos desgraciado?, benditos los ojos que pueden comer.

Agarro el libro y lo abro donde lo dejé, una hoja cae y pienso si el chofer del taxi se olvidó o me olvidé yo, no me dio cambio del billete de veinte. “Hasta que la muerte nos separe amor… yo te juro amarte mi eterna ilusión…”, pobre tipo, aún cree en el amor (Bonanza). Esta noche duermo solo, esta noche tengo que dormir sin preocuparme que me quitan la sábana. Mientras camino por la paralela a la Ballivián, digo, bien le cascaremos, ella ríe, se tropieza una chica por vernos, se pone roja de vergüenza, así nomás había sido, ¿qué mirás?, nada, sino puede decir, patada, puñete te voy a dar.