lunes, 25 de mayo de 2009

TU HISTORIA

TU HISTORIA



Perdido entre los dos, te despierto al anochecer, tocando el piano empiezo a contar esta vida que crees recordar, por lo bajo comento tu historia a este vacío que creo sentir. Esquivas la realidad y crees encontrar ese amor abandonado en un rincón de tu memoria.

Duermes de prisa, y te aferras a él, piensas que es amor piensas que es dolor, una ilusión que en realidad es nada más un sin pensar. Tibio recuerdo, crees encontrar su mirada perdida, sonrisa esquiva, crees atrapar un suspiro y lo guardas muy dentro de aquel baúl. Le invitas a salir, le invitas a sufrir. Sabes tu posición, sabes tu condición y te aferras a lo sagrado, a lo prohibido.

En tus ojos ves honor, orgullo, dolor y te hundes más pero al fin vives en ti. Admiras su fe, donde encuentras pasión y buscas el lugar donde aquella flor marchita empezó a revivir.

Ves dolor, tu espera de pasión duerme junto a él y dices que no lo quieres que no lo amas y luchas por un poco… un poco de amor.

Y te olvidas del amor y el amor se olvida de ti, tan fácil en la distancia dejas de sentir, dejas de llorar, sin clemencia eliges callar, sigues sin recordar tratando de revivir tu adolescencia, quieres cuanto antes llegar al lugar que crees revivir, sonriendo junto a él.

Te pregunto donde estás y solo respondes que ya eres tú, dejaste todo atrás. Hablas de vivir, de sentir, de querer, de esperanzas muertas que crees ver, fabricas sueños y buscas tu verdad.

Miras tu mundo y es solo tuyo, abrazas y crees encontrar alegría, tu sentir y la vida te da una nueva oportunidad. Te juras, prometes cambiar, sentada a lo lejos pides una oportunidad, te levantas, caminas, olvidas vivir, ríes, cantas, gritas y las horas se acaban en tu vivir. Tu voz se vuelve a despedir, te dice que es el final, abres los ojos y vuelves a llorar y te vuelves a convertir en tu enemiga hasta el final.

No quieres creer, resistes pensar que todo terminó, vuelves a cerrar los ojos y quieres dormir, volver a nacer y sabes que no hay dolor, que es un adiós. Lo miras y otra vez sola quedas.

Te repites que los sueños son el final, ni una sonrisa aleja esta brisa, este frío te hiere más y te ves volar a lo lejos y antes de rendirte prefieres morir.

No creo en tu sonrisa, tu caminar, ni tu historia….
Para T.C.L.

4 comentarios:

Cecy dijo...

Creo en cada palabra plasmada en este escrito tan crudo y tal real.
Tus cuentos son geniales.

Besos.

Janeth dijo...

Todos hemos vivido algún momento de dulce melancolía, de triste regocijo ante nuestras penas magnificadas y que luego se nos descubren como una anécdota más del inútil sufrimiento humano...y sin embargo...todos tenemos derecho a estar tristes, y al mismo tiempo la opción de elegir la felicidad

Unknown dijo...

Cada vez tus relatos son mejores, nos identifican de cierta forma en aspectos de nuestras vidas de nuestros sentimientos...

Ingrid Arce

Asesino De Leyendas dijo...

Cecy: Tan crudo y tan real, eso me recuerda algo, será la vida?. Gracias, siemrpe gracias.

Janeth: Tienes toda la razón amiga mía, tenemos derecho a estar tristes o elegir la felicidad, será que als dos conviven?

Ingrid: Gracias, un saludo en la distancia, eso es escribir, expresar un tanto de lo vivido con un poco de fantasía. Al menos así lo veo.