DE TODO UN POCO Y NADA...

Muchos me han preguntado si escribir sobre la muerte, suicidio o desamor es un reflejo personal o tiene algo que ver sobre tendencias propias, pues sólo me queda decir que todo es una mezcla de experiencias un tanto bizarras como en parte inclinaciones a la melancolía y literatura negra sobre la cual muchos autores han tenido influencia en mi.

En un comentario reciente sobre un post, una persona basada en el anonimato cuestionaba acerca de un cuento publicado y me decía algo así como que si me sentía lo suficientemente cobarde para no suicidarme o sumamente valiente para hacerlo, pero que debía tomar posición, decirla y hacerla (suicidarme o autodeclararme cobarde). Tengo una visión clara al respecto, misma que haré pública cuando esa persona tenga “el valor” de decirlo fuera del anonimato, ja!

Por otro lado repudio sobremanera los finales felices o la cursilería instantánea, entiéndase que respeto mucho a autores como Neruda o Benedetti, siendo que mi formación insipiente sobre literatura la han marcado más bien autores donde abunda lo bizarro, gótico, el humor negro, sátira, siendo los principales autores Paz Soldán, Cortázar, Poe y otros.

Para decirlo en forma clara, somos una minoría los seguidores de este tipo de literatura ya que la tendencia generalizada está en personajes como Cornejo y Cuautemoc (o como se escriba), que sin llegar a aborrecerlos me parece de los más fofo que haya leído en algún momento (porque para criticarlo debo leerlos) o la famosa “saga” de “Chocolate caliente para el alma” o “Vitaminas para el alma” que el Gringo hizo famoso en su programa en P.A.T. hace algunos años.

Ya que andamos en una crítica sin sentido, otros por su lado han hecho de los blogs un reemplazo al diario íntimo y sacan a relucir amores, desamores, sus caídas en la acera de la esquina, si su perro está resfriado o sisu cotorra ya sabe decir “galleta”, si la familia o ramas anexas hacen monerías, etc.. Indudablemente están en todo su derecho pero creo que hay ciertas cosas que uno debe ventilarlas en privado y no contar banalidades a un público cada vez menos exigente o por lo menos hacerlo con un poco de calidad. No se trata de cuánto escribas o cuánto leas, sino lo que escribes o lees, aquello que marca la diferencia. Muchos dirán que son los blogs más comentados, es cierto pero también hay que ver quienes lo hacen y la calidad de quienes lo comentan. Hay gente que se conforma con eso, bien por ellos.

Hay blogs de lo más interesante y en los cuales he pasado horas enteras descifrando mini-códigos y preguntándome por que no publican un libro de vez en cuando. Uno de los tantos misterios de esta vida.

Creo, con éstas breves líneas, haber respondido algunas dudas de los amigos.

Para concluir, escuchen y entiendan la música de Ray Charles… un grande entre grandes.

Asesino