20:00
Compro cigarrillos, LM, son los únicos que tiene la vendedora, chicles de esos con corazón líquido, ácidos, de los amarillos, dos por favor. Vuelvo a la calle donde vamos a encontrarnos, miro el reloj y ha pasado un par de minutos, suena el celular, hola, ya estoy llegando, compra una Burns para mi y no sé si vos tomas algo, dame unos segundos. Cuelga, vuelvo a la tienda, pido el energizante y la veo, su vestido amarillo, sin lazos, sin tiras, solo un amarillo pálido, mira a los costados.
20:15
Hablamos, pregunto cómo están todos, sus amigas, la familia, su hermana ha viajado a Miami, el negocio de la ropa, tiendas exclusivas se nutren de viajeros como ella que ha visto el negocio, unos pesos a la policía, a la aerolínea, a Migración. Mañana tiene que hacerse un look nuevo, el peinado, los jeans, las falditas, todo cambio es bueno y ella no sería nada si no cambia algo cada viernes.
19:00
“Chaco eterno” dice la tapa del disco, 10 pesos en el puesto callejero, dos discos por 15, pregunto por los “ci-dis”, cidis no tengo joven, éstos discos nomás. Vuelvo la mirada, pasa una niña de unos dieciocho, quizás diecinueve, top rojo, moño en el cabello y una falda que apenas cubre lo necesario, ¿por qué viste así?, un perro escapa con un pan en la boca mientras la doña de la esquina grita vituperios de todo calibre, bocinas, murmullos, música chicha, chacareras, un par de peruanos hacen gracias mientras la niña pasa el sombrero.
20:30
Hablamos, pregunta cómo estoy, pregunto qué ha hecho estos días que no tuvimos contacto. La universidad está más conflictiva, ¿es conflictivo estudiar?, se arregla el cabello, saca un espejito y se maquilla un poco, para un taxi, abro la puerta, gracias, subimos, se pinta los labios y cruza las piernas, la veo, se da cuenta y sonríe, toma mi manos y la lleva al corazón, ¿el tuyo late así?, río.
16:00
Viernes, sin planes, camino de la oficina al departamento, tomo el celular y llamo, hola ¿cómo estás, sigues en la ciudad?, bien, bien, ¿podemos vernos esta noche?, tengo algunas cosas que contarte, supongo que no te negarás ¿verdad?. El cielo nublado hace tres días le da un tono gris a mis pensamientos, cuando no sale el sol no salen las ideas, la noche nace más rápido que de costumbre y el viento apenas logra mover dos o tres hojas amarillas que yacen en el piso, olvidadas, marchitas. Autos, gente, una pila abierta y un charco que va formándose en una de las esquinas por donde camino.
19:15
Hola, ¿cómo están por allá?, supe lo que ha pasado, las cosas han de mejorar, lo material viene y va, son afortunados si lo ves bien, están vivos, accidentes así suelen terminar en desgracia, por acá seguimos en la lucha, en lo personal bien, esta noche voy a salir un momento, una vieja amiga, sólo un café, quizás un paseo por la plaza.
20:45
Se desnuda, veo los collares que cuelgan del cuello, uno a uno van reposando en su cuerpo, tan frágil, tan simple, tan desnuda, sus ojos buscan la luz que está encendida, la respuesta a las preguntas del examen que mañana debe dar, su mente vuela en las cosas que va a comprar con el dinero que está en sus manos, suspira mientras recuerda que no ha lavado la polera azul que está sobre la cama, abraza la almohada, dobla los pies y juega con su cabello, lo enreda y peina, lo peina y enreda.
18:00
Camino por la plaza, doy vueltas mientras tomo un café con leche, cuesta 3 pesos, juegan unos niños, espantando y correteando palomas que de a poco van tomando las casas cercanas, se detienen y observan las personas que sentadas miran los árboles. Un grupo de colegiales juegan a ser modelos, sacan los celulares y empiezan los clic y las poses, aparecerán en facebook, en myspace, en hotmail, yahoo y gmail. Un niño canta y baila mientras toca el charango, su latita en el piso, tres monedas, le alcanza para un pan, a él no le importa, se mueve mientras una cámara de televisión lo enfoca, saldrá en las noticias esta noche, recordaré que lo vi cantando y bailando mientras en su latita estaban tres monedas.
23:00
Su cuerpo desnudo duerme sobre mi cama, una sábana la divide del aire que entra por la ventana semiabierta, El cigarrillo a medio terminar, pienso que las desgracias pasan, hay que dar gracias porque estemos vivos, pienso en el niño que baila, las monedas, en mis manos, el vestido amarillo pálido, el cielo invisible, los niños juegan en la plaza mientras escucho una canción que dice, la vida sigue, la vida pasa, nosotros pasamos, algunos siguen.